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INTRODUCCIÓN

Es cierto, Simón ha tenido suerte: encontró a tiempo el aliado que necesitaba para poder sobrevivir; pero no siempre el ser humano ha sido tan consciente de los problemas de su entorno, problemas que él mismo ocasiona a otras especies con las que comparte el espacio. La necesidad de ser solidarios con esas otras criaturas para que no desaparezcan las distintas formas de vida que enriquecen el planeta es el mensaje de nuestro Simón. Este es el nombre familiar con que hemos bautizado al Gallotia Simonyi, que debe su denominación al geólogo y naturista austríaco Oscar Simony, el cual visitó El Hierro en 1889 y recogió abundante material sobre esta especie para los fondos del museo de Viena.

La historia aquí relatada no es ficción, es la lucha real de estos lagartos por la supervivencia, a la cual parecen haberse acercado desde que se creó el Centro de Reproducción de Frontera. El actual Lagartario, inaugurado en 1995, está destinado a la cría en cautividad, con dependencias abiertas al público y otras reservadas para cuidadores y estudiosos. Junto a estas, podemos encontrar también huertas donde se cultivan las plantas con las que se alimentan estos reptiles. Entre las favoritas de Simón, tenemos especies autóctonas, todas ellas mencionadas en el texto: sanjora, cerrajón, tedera, calcosa… También han formado parte de la dieta de Simón los pequeños frutos de la sabina, símbolo de la isla por la forma característica que en ella ha adoptado debido a la fuerza del viento.

El Hierro, la isla más joven del archipiélago, con sus paisajes singulares, ha sido escenario de las aventuras de nuestro protagonista: El Julan (desierto pedregoso bañado por el Mar de las Calmas. Habitado en el pasado por los indígenas herreños), los Roques de Salmor (dos islotes o roques donde habitó una especie ya desaparecida de lagartos. Hoy suponen la mejor opción para Simón, el lugar idóneo para su supervivencia) y la impresionante Fuga de Gorreta, en el Risco de Tibataje, un acantilado prácticamente vertical donde se descubrió la pervivencia de esta especie cuando ya se consideraba extinguida.

María Elvira Febles


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