La votación

LA VOTACIÓN

Ranira quedó triste y pensativa. Solo Sapoviejo permanecía a su lado. Ella le comentó que se sentía cada vez más incómoda por el problema que había causado, ya que en un principio pensó que todo iba a ser mucho más sencillo.
—Sé que no soy bien recibida. No quiero ser un estorbo y mucho menos crear conflictos. Solo busco un hogar.
El sentir de Ranira conmovió el corazón de Sapoviejo.
Con gesto amable, la tranquilizó y le prometió que haría lo posible por solucionar su situación. También le rogó que disculpara el comportamiento de algunos habitantes de la charca, pues era la primera vez que se les presentaba un caso semejante.

 

—Comprende la confusión —le dijo—. La mayoría de las ranas y sapos que habitan estos parajes son de color verde para confundirse en la hierba, o de color pardo para camuflarseCamuflarse Camuflarse: Disimular su presencia. entre el fango y la tierra, por eso no es extraño que tu llegada haya creado tanta expectación. Debes admitir que eres diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Muchas veces lo nuevo da miedo o desconfianza sin que haya motivo para ello. Pero no te preocupes, todo se arreglará —le dio una palmadita y concluyó—. Por lo pronto, puedes pasar aquí la noche. Descansa tranquila, mañana se verá.
Ranira apenas pudo dormir. Estaba muy preocupada y realmente molesta por el trato recibido. Pensó abandonar la charca en la oscuridad de la noche, pero le había costado tanto llegar hasta allí que con tan solo pensarlo se llenó de valor y decidió esperar a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. No era de las que se daban por vencida, aunque tuvo sus dudas sobre si todo aquello valdría la pena.
«No entiendo por qué no me aceptan si no me conocen», se preguntaba entre sollozosSollozos Sollozar: llorar convulsívamente.. Entonces le vino al pensamiento su antiguo hogar, su familia, el recuerdo de su madre animándola a abandonar la agrietada charca en ruinas sin apenas un palmo de agua. Recordó la fatiga del camino, la preocupación por el destino de sus hermanas, que tomaron otra ruta… Y tanto esfuerzo ¿para qué? Tal vez cuando saliera el sol se vería obligada a irse. A pesar de todo, no quiso renunciar sin por lo menos intentarlo.
Al día siguiente, bien temprano, se celebró la esperada reunión en la que hubo diversidad de opiniones. El gran sapo Anuro argumentó que había que ser justo y solidario. Muchos pensaron que eso sería lo correcto y optaron por ser tolerantes y respetar la libertad de elección de la recién llegada, considerando que merecía una oportunidad. Otros, en cambio, creyeron que lo mejor sería que se fuera por donde había venido.
Tras largas horas reunidos sin llegar a un acuerdo, se dio paso a la votación en la que participaron todas las ranas y los sapos residentes En perfecto orden dieron su parecer: un croarCroar Croar: Cantar la rana. quería decir sí, dos croares quería decir no.
Ranira estaba muy nerviosa. Con el aliento contenido, soportó la espera de los resultados. Estaba viviendo con gran intensidad todo lo que sucedía. Se preguntaba cuál sería su destino si era rechazada.
—¿Quieres decir algo? —le preguntó Sapoviejo.
—Solo espero un poco de afecto y que me den la oportunidad de darme a conocer —respondió con humildad.
Finalmente, tras el recuento de votos, lanzó un suspiro de alivio al ser aceptada. Para su sorpresa, la mayoría de los croares optaron por el sí, con el consiguiente receloRecelo Recelo: Desconfianza de los que estaban en desacuerdo, entre ellos Sapirón y sus seguidores.
Sin embargo, se mostraron respetuosos con la decisión que había tomado el grupo y aceptaron el resultado de la votación asistiendo a la ceremonia en la que fue admitida como una más.
Anuro y Sapoviejo se mostraron del todo satisfechos. Ranira, muy emocionada, agradeció la acogida cuando todos se acercaron para felicitarla.