Algo pasa en la charca

ALGO PASA EN LA CHARCA

Amanecía y los primeros rayos de sol llenaron de luz el manto verde que cubría la ladera de una hermosa montaña.
Oculta entre la hierba, una rana solitaria observaba atentamente lo que podría llegar a ser su hogar: una confortable charca bien situada, dotada de sol y sombra, buen clima y frondosaFrondosa Frondosa: Que tiene gran cantidad de hojas y ramas. vegetación, que además estaba llena de vida. Era justo lo que buscaba.
Aquella espléndida mañana se presentaba muy calurosa y la ranita, cansada del largo viaje lleno de peligros, sintió la necesidad de humedecer su fina y delicada piel.
La agradable visión del agua que brillaba en medio de las flores abiertas la animó a probar suerte. Ya casi notaba el frescor en su cuerpo reseco.

Emocionada, estiró las patas traseras y dio cortos saltitos hasta llegar a la orilla. No pudo dar el salto definitivo porque, al momento, se vio rodeada por decenas de ojillos saltones y vigilantes que le cortaron el paso mirándola fijamente. Asustada, retrocedió para esconderse bajo la hierba y allí permaneció completamente inmóvil.
Cuando intentó volver, un numeroso ejército ranil montaba guardia al borde del humedalHumedal Humedal: Un humedal es una zona de tierra, generalmente plana, cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitente.. Lanzaban ruidosos croares de alarma para avisar al resto y, en poco tiempo, el lugar se llenó de curiosos intrigadosIntrigar Intrigar: Inspirar viva curiosidad. por saber qué estaba pasando en la charca.
De pronto, tras un ligero chapoteoChapoteo Chapotear: Producir ruido al mover las manos o los pies en el agua o el lodo, o al pisar estos., apareció la gran cabeza achatada de Sapoviejo sobre la superficie del agua. Con un ronco croarCroar Croar: Cantar la rana., ordenó que dejaran el paso libre.
Indecisa, la ranita avanzó con timidez mientras iba pensando en el buen lío en el que se había metido, pero ya estaba hecho. «Demasiado tarde», pensó.
Intentó serenarse. Respiró hondo y procuró aparentar tranquilidad. Claro, sin conseguirlo, porque estaba a punto de desmayarse. Al menos aguantaría el tipo, ya no había vuelta atrás. Tragó saliva y siguió avanzando en medio del revueloRevuelo Revuelo: Turbación, confusión, agitación. que había provocado su llegada.
Sapoviejo le hizo muchas preguntas:
—¿De dónde vienes? ¿Qué buscas por aquí? ¿Quién más viene contigo?
AbrumadaAbrumada Abrumada: Agobiar con algún peso o trabajo. por el interrogatorio y temblando de miedo, contestó que estaba sola y que había llegado hasta allí buscando un sitio seguro para vivir.
—Explícate mejor —espetó una rana resoplonaResoplona Resoplar: Echar ruidosamente el aire por la boca o la nariz. a la que un numeroso grupo aplaudió a rabiar.
Hizo un verdadero esfuerzo por contener las lágrimas que ya brillaban en sus ojos y contestó casi tartamudeando:
—Me llamo Ranira y vengo de muy lejos. Mi charca, situada mucho más al sur, se secó por falta de lluvias. Estoy muy cansada. Después de mucho buscar recorriendo grandes distancias campo a través, encontré este lugar maravilloso que creo es el mejor para empezar una nueva vida.
Todos la escucharon con atención y Ranira, llena de esperanza, se mostró confiada hasta el punto de atreverse a pedir por favor que le permitieran quedarse junto a ellos.